Educación en Chile | ||
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La lección de geografía del pintor chileno Alfredo Valenzuela Puelma. | ||
Presupuesto | ||
% del PIB | 3,4 | |
Detalles Generales | ||
Tipo de sistema | Mixto (Público y Privado) | |
Alfabetización[1] (2017) | ||
Hombres | 96,5% | |
Mujeres | 96,3% | |
El sistema educativo de Chile es complejo y de naturaleza mixta —público y privado—, lo que queda en evidencia en su estructura, instituciones, integrantes, normativa y financiamiento, entre otros elementos.
Regida por la Ley General de Educación de 2009 (LGE), el país cuenta con cuatro niveles de educación —educación parvularia, básica, media y superior—, de los cuales los tres primeros son obligatorios, a los que se añaden modalidades educativas dirigidas a atender a poblaciones específicas —especial o diferencial y para adultos.[2] La cobertura del sistema para aquellos niveles considerados obligatorios es alta y similar a los países de la OCDE.
En 2020 el país contaba con 16 474 establecimientos educacionales: 4373 prescolares, 11 342 primarios y secundarios y 140 superiores[3] —incluidos centros de formación técnica, institutos profesionales, universidades e instituciones de educación superior de las Fuerzas Armadas—. Ese mismo año, la matrícula nacional ascendía a 5 079 313 estudiantes: 250 316 prescolares, 3 607 980 primarios y secundarios —1 171 288 de educación municipal (pública), 1 960 998 de educación particular subvencionada (mixta), 324 860 de educación particular pagada (privada), 44 538 de las corporaciones de administración delegada y 106 296 de los servicios locales de educación— y 1 221 017 superiores.[3]
En materia educativa, el Estado asume un rol subsidiario y promueve la participación de los privados en un entorno regulado. Un extenso marco normativo, internacional y nacional, ha regido el Sistema educativo de Chile. A nivel macro y con mayor jerarquía destaca la Constitución Política de la República de Chile, mientras que por la vía de su artículo 5, se le otorga rango constitucional a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Con un menor nivel de jerarquía, continúa la Ley General de Educación (LGE) de 2009, que rige a la educación chilena.
Desde inicios del siglo XXI el Sistema educativo de Chile cursa un proceso de Reforma Educacional profunda y extensa, la cual afecta a sus instituciones y marco normativo. Dicha reforma estará en completo régimen a partir de 2026.
Los derechos a la educación y a la libertad de enseñanza están resguardados en la Constitución Política de la República.[4]